miércoles, 2 de marzo de 2011

Avances en la facilitación del comercio en el Perú



Por Cinthya López Vásquez




La entrada en operación del terminal marítimo del Muelle Sur en el Callao en mayo de 2010 ha marcado un hito importante para el desarrollo de los puertos en el Perú, lo cual en línea con el dinamismo de la apertura comercial del Perú, dicha obra busca contribuir en mejorar las condiciones de manejo de las diversas mercaderías que ingresan y salen del país. Ello, pues no sólo mediante acuerdos multilaterales y tratados de libre comercio se mejora la inserción del país al sistema de comercio internacional, sino también cuando se aplican reformas sobre facilitación del comercio.1

Se entiende por facilitación del comercio aquellas reformas que buscan mejorar la cadena de procedimientos administrativos y físicos relacionados al transporte de bienes y servicios entre fronteras internacionales. En muchos casos, en las operaciones de comercio exterior, las empresas enfrentan excesivos requisitos documentarios, agobiantes procedimientos en las fronteras, falta de transparencia y predictibilidad en las leyes, lo cual de alguna forma obstaculiza e impide a los países de participar en el comercio, privando a las economías del acceso de sus productos a nuevos mercados y del ingreso de una variedad de productos a precios atractivos. Por ello, las medidas de facilitación de comercio se hacen necesarias.

Si bien en la Organización Mundial del Comercio (OMC) se busca el consenso para reducir costos de transacción entre países, no hay que olvidarse que los mismos tienen la autonomía para ejecutar estas medidas unilateralmente, sobretodo los países en desarrollo que podrían lograr significativas mejoras. Según afirma el Banco Mundial, la reducción de los costos de transporte y los relacionados a la logística, en el marco de facilitación de comercio, tendría un mayor impacto que los recortes arancelarios.

Sobre el particular en Perú, según el Ranking del Haciendo Negocios 20102, el país se encuentra en el puesto Nº 91 en el tema de comercio transfronterizo, habiendo mejorado 2 puestos en relación al 2009. Resalta la importante diferencia entre Perú con Singapur (1) y Chile (56) respecto a documentos, tiempo y costo para importar y exportar. Por ejemplo, el tiempo que dura realizar una operación de comercio exterior en Singapur (4-5 días) es menor que en Perú (7-8 días). En tanto, el costo del transporte de un contenedor de 20 TEU3 en Perú es USD 100 y USD 400 mayor a Chile y Singapur, respectivamente.

Dado que el transporte marítimo constituye el 80% del comercio, el acceso a puertos competitivos y eficientes puede estimular mayores posibilidades en el comercio exterior. Generalmente los países en desarrollo se enfrentan a mayores costos portuarios, en parte por la pobre infraestructura que involucra, considerando que la misma es bastante costosa. Ante tal circunstancia, el Muelle Sur tiene mucho que ofrecer al Perú como parte de las mejoras sobre facilitación del comercio, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

El Muelle sur es un terminal marítimo concesionado por 30 años a la subsidiaria de Dubai Ports World4 para construir, administrar y operar un nuevo y moderno terminal en la zona sur del puerto de Callao. Dicha inversión (de aproximadamente USD 450 millones) comprende la habilitación de un área de 21,5 hectáreas, la cual contaría con una capacidad de manejo de 850.000 TEU, 6 grúas pórtico y 2 amarraderos. En dicho terminal se podrá manejar navíos post-Panamax de hasta 8.000 TEU, lo cual involucrará la llegada de navíos con mayor capacidad y, por ende, un menor flete a pagarse en el transporte de mercaderías.

La situación previa del puerto del Callao se caracterizaba por la continua carencia de inversión y organización deficiente, por lo que su movimiento de carga ha sido uno de los más bajos entre los puertos de la costa occidental de América del Sur. Su productividad (movimientos por hora) ha constituido un tercio de la productividad que tienen los puertos chilenos. Por ello, la entrega a manos privadas de dicho terminal portuario constituye una oportunidad para el país, más aun cuando el 50% de todo el comercio peruano (y el 85% de toda la carga de contenedores) se realiza a través de este puerto.

La inversión de DPW impactará en la eficiencia de la cadena logística portuaria del Callao y en los costos finales de los usuarios, pues la empresa se comprometió a mejorar el ritmo de descarga de los contenedores y otros sobrecostos. De igual manera, en agosto se obtuvo la autorización para la instalación del depósito temporal dentro del Muelle Sur. Así, el usuario tendrá la posibilidad de una reducción real de los costos en función a la decisión que tome con respecto al manejo de su carga.

De esta manera, el Muelle Sur contribuirá con mejorar la competitividad del país frente al mundo: por un lado, respecto de nuestros productos de exportación cuyos precios serían más atractivos en el extranjero; y, por otro lado, los productos importados llegarían a los consumidores finales a precios más bajos. Por tanto, se puede decir que aunque un país cuente con menores aranceles o preferencias arancelarias para dinamizar su comercio, si el mismo no cuenta con la infraestructura y procedimientos adecuados, lo anterior puede resultar inútil.

Referencias:

1. Ikenson, Daniel. “Mientras Doha duerme: Asegurar el crecimiento económico mediante la facilitación del comercio”. ElCato.org. 3 de marzo de 2009.

2. Haciendo Negocios 2010. Corporación Financiera Internacional y Banco Mundial.

3. Capacidad de carga de un contenedor normalizado de 20 pies.

4. DPW es el segundo operador de puertos a nivel mundial con 50 terminales portuarias presentes en 32 países de los cinco continentes y con 11 proyectos en construcción.

A Fernando Barrios León


Por Renzo Cánepa Castillo

Discurso proclamado el 16 de febrero del 2011, en el hotel Crown Plaza de Miraflores, conmemorándose un mes de su sensible fallecimiento.





Estimados amigos,

Es muy grato para mí, en esta noche especial, poder tener el honor de dirigir unas palabras en memoria de la persona a quien considero más que un amigo, sino un padre, debido a que él fue quien hace ya algún tiempo, descubrió en mi aquel instinto político que existía, pero que ni yo mismo conocía.

Fernando Barrios León, fue uno de los políticos liberales peruanos que más he admirado, y sin temor a decirlo, podría mencionar que tal vez fue el único de los liberales contemporáneos que luchó hasta el último de sus días por la defensa del liberalismo sin medias tintas, sin vergüenza por el qué dirán, sin esconder tontamente su ideología política, sin miedo a las críticas; y siempre con los principios bien alineados, lo cual es digno de imitar por aquellos que se llaman a sí mismos liberales pero que se esconden tras de una fachada o se quedan en la discusión y la crítica, sin intentar hacer algo por cambiar el status quo en el que vivimos.

Fernando Barrios León era un político diferente, un soñador que nos llenaba de esperanza y voluntad mediante cada discurso que ofrecía, con lo cual alimentaba cada vez más esta utopía liberal por lo cual estamos hoy presentes en esta reunión, pues cualquier iniciativa que pueda llevar a un cambio en la realidad siempre será bienvenida.

Fernando Barrios León era un conciliador, era amigo de todos pues, quienes lo conocimos de cerca, sabemos que se ganó un respeto y una admiración debido principalmente a su ímpetu y amor a la libertad. Fue el quien, hace poco más de una década, presidió el Partido Liberal del Perú, cuya gran iniciativa permitió, entre otras cosas, que muchos de los liberales peruanos de hoy en día se conozcan y puedan, hoy por hoy, llevar a cabo sus deseos de defender el liberalismo no sólo desde el campo de las ideas, sino desde el campo de la acción.

Fue así como, en aquellos años de estudiante, Fernando Barrios me impulsó a formar un grupo de jóvenes liberales, quienes desde la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, otrora bastión de las ideas de colectivistas y de izquierda, nos manifestábamos a favor de la libertad, de la vida, de los derechos del individuo y de la defensa de la propiedad privada.

Vanguardia Liberal, por aquellos años, era un grupo que posicionó el liberalismo en aquellos estudiantes que, lejos de sentirse conformes con la educación gratuita que se nos impartía, nos sentíamos disconformes con lo que se vivía internamente: profesores mal pagados, servicios precarios, alumnos que no se esforzaban y que por sus vínculos políticos permanecían dentro de la universidad, y educación de baja calidad que no nos permitía competir en el campo profesional con aquellos egresados de universidades particulares. Todo ello, consecuencia de un estado que no hace las cosas bien, que administra mal los recursos y que genera corrupción y prebendas dentro de dónde sólo se debería aprender para vivir.

Hoy en día, hemos nucleado dentro del Movimiento Libertario del Perú, a aquellos políticos liberales que, siguiendo el ejemplo de Fernando Barrios León, hemos decidido tomar las riendas de un discurso que defendemos como nuestro, porque es únicamente desde las ideas liberales que podremos forjar un cambio positivo en la sociedad peruana; y estoy seguro, que desde donde esté, recibiremos su apoyo y cariño, por culminar la tarea que él también forjó.